21 Mar Los insectos, nuestros amigos en permacultura

Si tienes un jardín sostenible o te gusta pasar el tiempo en uno practica la «observación». Y si dispones de huerto o cultivas en alguno comunal con más razón. Ahora te diremos el porqué. Desde «Mi Jardín Ibérico», un parque ecológico en Madrid, trataremos de acercarte un poco más al mundo de los insectos, nuestros amigos; que como fauna auxiliar a las plantas, es esencial protegerlos de nuestros ¡ataques químicos! Todo muy relacionado con la Permacultura, sabes lo qué es?

Niño observando una calabaza

Observar

Toda observación requiere paciencia. Mucha paciencia para captar los movimientos y costumbres de los insectos en tu jardín y/o cultivos. Sabemos que en gran mayoría no son los animales más bonitos de la naturaleza pero eso no implica que podamos ir eliminándolos a diestro y siniestro. Un dato de avanzadilla: solo el 1% de los escarabajos es perjudicial para las plantas.

             Dar una lupa a un niño es un super regalo

Es normal no conocer a todos los insectos que te puedes encontrar. Si ocurre el caso no caigas en la tentación de matarlo y luego investigar. Sácale una foto y busca por la web para identificarlo. Seguramente te llevarás una grata sorpresa y descubrirás a un nuevo aliado para ayudarte en la protección de tus plantas ya sean flores o cultivos. A partir de ahora considera a los insectos, nuestros amigos.

Reestablecen los desequilibrios

Si nos mantenemos dentro de la permacultura, sus técnicas ecológicas, significa que aplicaremos únicamente procesos manuales que serán lentos, sí; pero a largo plazo más eficaces. La naturaleza es sabia y sabe autorregularse si la dejamos hacer. Cuando detecta que existe un desequilibrio por exceso de alguna especie suele generar una reacción en cadena llamando a su depredador para reestablecer el status quo inicial.

Por eso, como en la jardinería sostenible que desde «Mi Jardín Ibérico» inculcamos, no hace falta emplear pesticidas ni fertilizantes químicos. Promovemos el cuidado de preparar un suelo bien sano para luego solo tener que proteger a tus plantas y cultivos a través del control de plagas por medios naturales. Es decir, una buena base de suelo ahorra muchos disgustos en la defensa a posteriori de tu preciosa flora. Y que decir, si además implica ahorro para tu bolsillo debido a la relación petróleo – pesticidas. ¿Cómo? Ahora te decimos.

En países desarrollados y en vía de desarrollo estamos acostumbrados a que nuestros cultivos y jardines/parques se traten con insecticidas, herbicidas, fungicidas y cualquier otro tipo de plaguicidas. Y aunque inicialmente se entendió como un gran avance para aumentar la productividad de los campos y proteger a las flores, plantas de nuestros parterres con el tiempo los estudios han demostrado que provocan efectos nocivos: contaminación del agua, el aire, el suelo y, lo más importante, de los alimentos que finalmente ¡¡consumimos!! Vamos, que nos acaba impactando indirectamente a nuestra salud. Y por extensión, el resto de fauna auxiliar tampoco se libra. De ahí en parte, el «colapso de las abejas«.

Una viñeta muy clarificadora del problema de los pesticidas

Resumimos para no aburrir: los pesticidas químicos crean alteraciones genéticas en las plagas que reaccionan haciéndose resistentes a estos compuestos con lo que necesitamos entonces aumentar su dosis o fabricar otros de efectos más agresivos. Como un pesticida no discrimina acaba matando al objetivo pero también a otros insectos beneficiosos como abejas, mariquitas, arañas,…

Conclusión: no solo acabamos con los enemigos naturales de estas plagas. También conlleva alterar la cadena trófica con unas consecuencias que surgen no inmediatamente. Además, y no es por asustar, estos compuestos químicos no entienden de fronteras. Se propagan también por el aire y agua…

Si te preguntabas por la relación con el petróleo a continuación te explicamos: todos los pesticidas y relacionados provienen del petróleo. Como bien escaso que es si su precio se encarece impacta directamente en el precio de estos productos y en su coste de transporte. Es por ello, que desde «Mi Jardín Ibérico», ayudamos a concienciar por una agricultura de permacultura, independiente de estos productos químicos y que sea local.

En la Permacultura se utiliza la interacción natural entre las especies para beneficio mutuo. Con esta finalidad los insectos son más que bienvenidos en nuestros jardines y huertos. De hecho tratamos de atraerlos para conseguir una rica biodiversidad: plantar muchas flores, situar un estanque con zonas borde, dejar madera muerta,…

El control biológico de plagas es fundamental para mantener nuestro jardín y cultivo sano y fértil. A continuación presentaremos a:

Nuestros mejores aliados

Mariquitas

Buscar y encontrar mariquitas por el jardín es una auténtica alegría. Si las vemos significa que el jardín tiene propiedades buenas para fomentar su supervivencia y ella lo «devuelve» haciendo su función: proteger a nuestras plantas.

Algo que maravilla a cualquier niño es encontrarse una. Nadie se resiste a cogerla y observarla durante un rato. ¿A qué sí? Todos lo hemos hecho alguna vez.

¿Sabías que las mariquitas son de la familia de los escarabajos? Cómo podrán ser tan bonitas… Pero no te engañes. A pesar de su apariencia bondadosa son auténticos ¡¡depredadores de pulgones!! Solo ponen sus huevos si están seguras de que habrá más de ellos.

Son tan beneficiosas que los hoteles de insectos tienen una habitación para ellas y así atraerlas. Pero estarán en peligro si utilizamos pesticidas así que tenedlo presente. Por cierto, no es casualidad que haya dibujos como «Ladybug» que hagan un guiño a sus «super poderes»…

Crisopas

Serán pequeñas (menos de 1cm de largo) pero son una gran aliado. Lo que hacen es poner sus huevos en las larvas de las moscas blancas que al nacer devoran a esas larvas. Suena un poco cruel pero necesario por su efectividad. Se alimentan de otros insectos al igual que de polen y néctar cuando crecen.

Avispas

No suelen gustarnos porque no mueren tras su picadura. Pero realmente son necesarias para el control de plagas. Nos beneficiamos de su presencia porque sus crías se alimentan de larvas de insectos. La estrategia de las avispas solitarias se asemejan a las anteriores comentadas, depositan sus huevos sobre o dentro de las larvas de esos otros insectos para que al nacer se los coman.

Hormigas

Si fuesen más grandes ¡¡nos invadían!! Hay por lo menos registradas unas 12.000 especies. Para que os hagáis una idea, todas ellas suponen el 15% de la masa de organismos vivos terrestres en el planeta. Por lo que si desapareciesen sería un caos total global: por su trabajo en pro del ecosistema (descomponen materia orgánica y polinizan a través de la mirmecocoria) y porque son alimento para otros depredadores superiores en la cadena trófica (ej: oso hormiguero).

 Poblado de hormigas para protegerse de las lluvias en Mi Jardín Ibérico

Algunas plantas necesitan a las hormigas para dispersar su semillas ya que necesitan espacio para crecer. Si germinasen al caer al suelo su semilla se entorpecerían unas a otras provocando su propia extinción. Para evitar esta calamidad lo que hacen estas plantas es segregar una masa conocida como elaiosoma dulce para atraer a las hormigas y que se lleven su semilla de camino a su morada.

Un consejo tras saber de su importancia: si las quieres echar de tu hogar no las mates, ahuyéntalas para que se vayan a otro sitio donde molesten.

                 Un suelo sano y rico siempre será una garantía para tu jardín

Para concluir, un suelo sano (lo tendréis si aparecen hongos) y dejar actuar a la naturaleza a través de los insectos como controladores de plagas serán los ingredientes perfectos para disfrutar de un jardín sostenible ibérico y cultivos saludables.

Para cualquier duda sobre tu jardín acércate o contacta con nosotros en «Mi Jardín Ibérico», te asesoramos.

Link: mijardiniberico